ALBANIA - NOVIEMBRE 2023

Publicado el 25 de noviembre de 2023, 21:01

El año pasado fue Malta y este año fue Albania, un país de Europa del Este que se ha puesto de modo últimamente, donde los turistas van en busca de costa, buen clima pero, sobretodo, de calidad-precio: es ba-ra-tí-si-mo!!

No le teníamos muchas expectativas, y la verdad que hicimos bien, no es un país que podría definirse como BONITO (al menos lo que vimos); eso sí, fue muy agradecido con nosotros y nos fuimos con un muy buen sabor de boca. ¡Empezamos!

Antes de irte a Albania, ¿qué tienes que saber?

Albania es un país que se encuentra fuera de la zona Schengen y, por lo tanto, fuera de la Unión Europea. Es un país muy seguro, limpio y muy fácil de recorrer. Teniendo en cuenta esto:

1) Hay que irse con el modo avión puesto y no quitarlo en ningún momento o nos cobrarán una barbaridad por el Roaming (a no ser que os compréis una targeta de internet una vez ahí, pero si tenéis el maps.me no hace falta, todos los bares, restaurantes, hoteles... tienen Wifi).

2) La moneda nacional es el LEK. 1 euro equivale más o menos a 105 leks. Justo llegar al aeropuerto hay dos ventanillas de cambio donde podéis cambiar algo, siempre está bien salir con algo de leks al mundo. Aún así, Tirana (la capital) está llena de casas de cambio con muy buenos cambios, por lo que no tendréis problemas (también podéis pagar con targeta, pero siempre preguntar antes si es posible). Hay sitios que aceptan euros, pero sale más a cuenta pagar en leks.

3) Aunque presuponemos que por Europa hay que hablar inglés, nos encontramos con albaneses que hablaban mejor el castellano porque lo habían aprendido de VER TELENOVELAS!! Así que es un país bastante plurilingüe, ya que encontramos a muchos que hablaban perfecto italiano también debido a la cercanía de los dos países.

4) Es un país donde pienso que se necesita SÍ o SÍ tener alquilado un coche si se van a hacer pocos días, ya que si no, la capital no da para más de un día y es imprescindible salirse para explorar un poco más el país. El coche lo podéis alquilar directamente ahí, las calles (sobretodo las del centro) tienen muchos rent-a-cars. En la entrada os doy más detalles.

Itinerario por Albania (31 octubre - 4 noviembre)

  • Día 1 (31 de octubre) : Vuelos Menorca - Barcelona - Tirana.
  • Día 2 (1 de noviembre) : Tirana
  • Día 3 (2 de noviembre): Krujë y Durrës
  • Día 4 (3 de noviembre): Berat
  • Día 5 (4 de noviembre): Vuelos Tirana - Barcelona (y al día siguiente, Menorca)

31 de octubre: Llegada a Tirana

Tuve que salir pitando del instituto porque teníamos el vuelo a Barcelona a las 15h y salía a las 14h. Como vivimos en Mahón y el aeropuerto está muy cerquita, no fue problema, ¡menos mal! El vuelo estaba operado por Vueling y fue muy puntual. Luego teníamos 5 horas de escala en Barcelona, en donde aprovechamos para ir al centro y encontrarnos con una pareja de amigos. La mala suerte quiso que durante nuestro reencuentro a mi amiga le robaran el bolso. Nadie se dio cuenta, pasó todo en un instante... y nos quedamos con ese sabor agridulce de boca, ¿cómo podía ser que nadie hubiese visto nada?

Luego, nos volvimos al aeropuerto y de la terminal 2 salía nuestro vuelo a las 21:30h para Tirana, con Wizz Air. Para ir a Tirana hay que pasar por el control de pasaportes, pero tampoco había nada de gente así que fue todo muy rápido.Otra vez el avión fue super puntual y teníamos 2 horitas y poco de vuelo hasta Tirana. 

Una vez llegados ahí eran como las 23h de la noche y salimos muy rápido para encontrar la manera de llegar a nuestro apartamento Airbnb. No teníamos ganas de estar peleando por regatear, ni por un autobús sin conocer la ciudad a esas horas... así que cambiamos un poco de dinero a leks por si las moscas (si no recuerdo mal cambiamos 40€) y salimos de la terminal. 

Fue muy fácil porque ya había (como en todos los aeropuertos) taxis esperando para recoger a la gente y lo bueno es que las tarifas eran cerradas y estipuladas, por lo que cualquier taxi valía lo mismo y lo tenían además anotado en una hoja que podías consultar. El trayecto costaba 23€ o 2300 leks. Nos subimos al primer taxi y nos llevó directos a nuestro Airbnb. No he mencionado que estaba lloviznando, hacía frío y parecía todo muy oscuro y feo... así que las primeras sensaciones eran un poco... cómo decirlo... raras, jajaja!

Encontrar el Airbnb fue tarea fácil, muy fácil! Nuestra amfitriona, Jessica, ya nos había mandado todas las indicaciones muy claramente (con fotos y demás) y aunque había leído comentarios de que era un poco difícil de encontrar, nosotros lo encontramos a la primera. Se encontraba en un callejón al lado de una calle principal y había como tres códigos (uno para la puerta, otro para las llaves y otro para el ascensor); una vez con las llaves ya podíamos abrir todo sin código. 

El ascensor era minúsculo y nos subía hasta el 12vo piso, que era donde se encontraba nuestra habitación, la número 5. Lo curioso es que ese ascensor sólo paraba en los pisos 11 y 12, por lo que creemos que teníamos una parte de los apartamentos solo reservados para los Airbnb.

El apartamento era un loft moderno, con todo lo básico, un baño un tanto curioso (todo de cristal por lo que tenía unas persianas para cerrarlo y tener intimidad, jajaja) y una cama muy grande y cómoda. Lo chulo de ese apartamento es que hacía esquina y era todo cristalera, por lo que teníamos una mini terracita y vistas de 180 grados a la ciudad de Tirana. 

Estábamos reventados del viaje, que al final entre una cosa y la otra habían sido casi 12 horas, así que nos fuimos directos a la cama para aprovechar al máximo los días venideros, teníamos curiosidad por saber qué nos deparaba esta ciudad de Europa del Este tan desconocida por nosotros!

 

Gastos del primer día en Tirana

- Taxi --> 23€

1 de noviembre: Tirana

Al día siguiente salimos a explorar sobre las 9 de la mañana algún sitio rico donde desayunar. Vimos enseguida al girar la esquina una casa de cambio, a un cambio muy bueno (104 leks) así que ahí cambiamos otros 100€. Hacía un día hermoso, digno de primavera, y más salía el sol más calor hacía. Y a medida que íbamos dando nos fuimos dando cuenta de que casi todos los coches eran Mercedes o BMW o Audis... ¡pero una cosa exagerada!

Resulta que, después, al informarnos, nos enteramos que durante la caída del comunismo y la apertura económica a Europa, el tener un Mercedes era un símbolo de bienestar y de poder, por lo que todo el mundo compraba uno. Además, las familias que se habían marchado a trabajar a Alemania, Grecia, Italia... durante las crisis, habían adquirido allí un poder económico que les permitía la compra de coches de alta gama. Y, por finalizar, la conocida "mafia albanesa" tiene buena parte de la culpa también, ya que seguramente algunos de los coches que vimos eran robados y rematriculados en Albania. Pero de verdad os digo que es increíble la cantidad que hay; si Google no miente, es el país del mundo que tiene más Mercedes por capita, ¡del mundo!

Otra cosa que nos dimos cuenta es la cantidad de casas de cambio y de RENT A CARS que te vas encontrando por la calle; no nos daba la sensación de que Tirana fuese taaan turística como para que hubiese tantos (o igual es que no solo están pensados para el turista); y, luego, la GRANDÍSIMA cantidad de bares y restaurantes que hay es BESTIAL! No exagero si digo que en una manzana puede haber bares y restaurantes y cafeterías uno al lado del otro, y además puestos con gusto y bien cuidados... ¡una pasada! Además, nos encontrábamos en la zona de Blloku, que es el barrio de "Moda" donde se encuentran la mayoría de locales de restauración.

Así que claro, teníamos marcadas un par de opciones en el Googlemaps para desayunar pero había tanta variedad que al final encontramos un sitio lleno de locales, que hacían unas pastas, unos sandwiches, unos desayunos...¡se nos hizo la boca agua enseguida! Además tocaba bien el solecito en la terraza y se estaba de lujo. Todo por 7€! Empezamos a entender por qué Albania estaba tan de moda, y es que es muy barata.

Finalizado el desayuno y con todas las pilas cargadas nos fuimos a descubrir la ciudad hasta llegar al centro. Pasamos por encima del río que atraviesa Tirana y paramos en un par de Rent a Cars para tener un poco una idea del precio de los coches, ya que estábamos dándonos cuenta que lo íbamos a necesitar si queríamos movernos un poco de la ciudad. 

En el primer sitio nos ofrecieron el "único" coche que les quedaba para esos días por 80€/día + 800€ de fianza; en el segundo, unos metros más arriba, 30€/día + 300€ de fianza.

Vimos, pues, que la oferta era variada, por lo que decidimos esperar a ver qué encontrábamos y decidirnos por la mejor opción. 

Y con un paseíto de unos 20 minutos nos plantamos en la plaza principal de Tirana, Skanderbeg, donde se encuentra el Museo de Historia nacional, la Mezquita Et'hem Bej y el Teatro y Ópera nacional de Tirana. 

Nos encontramos con bastantes edificios en construcción, pero sobretodo este que estaba en la plaza era una bestia. Está siendo construido por la cadena Meliá si no recuerdo mal, y va a ser un hotel y centro de reuniones.

La arquitectura es otra cosa simbólica de Tirana. A parte de tener la típica arquitectura soviética, con edificios grises y sin mucha "chicha" que digamos, también hay bastantes edificios con unas construcciones extrañísimas, y es porque hace años los maestros de obras eran los mismos que construían y diseñaban los edificios, sin arquitectos; por lo que te puedes encontrar con maravillas como estas que podéis ver... Estuvimos un ratito más tomando sol y vitaminas en la plaza (no entramos en el museo ni la ópera porque era pagando, y nos parecía que no valía mucho la pena; y en la mezquita estaban haciendo venta de tapices, cosa curiosa), y seguimos caminando por una callecita arbolada que pasaba por delante de lo que después supimos que era el "Monumento a la Amistad" (Friendship monument). 


Esto es lo que nos estaba gustando de Tirana: que guardaba su autenticidad pese a estar abriéndose cada vez más al turismo internacional.

Unos 15 minutitos más y nos plantamos en el Old Bazaar de Tirana. Se notaba el ambiente ya que volvíamos a encontrarnos con muchos bares y restaurantes y llegamos a la plaza donde se encuentra este mercado al aire libre que no solo vende frutas y verduras y comida fresca, sino también souvenirs y cositas para turistas.

Seguimos andando, perdiéndonos por sus calles, y obviamente que pasamos por una zona que era 100% local, cero turística, y donde había toda una calle de tiendas muy, muy pequeñas que vendían cosas random: electrodomésticos, mecánica, telas, menaje del hogar...  Unas cosas apiladas encima de las otras, porque no había espacio, todo en la calle abierto, y bueno, un tipo de establecimiento que no estamos dispuestos a encontrar de donde venimos.

Y fue gracias al caminar por estas calles que vimos un tipo de agencia de viajes que también alquilaba coches: 40€/día con seguro a todo riesgo, sin fianza. ¡Lo habíamos encontrado! Firmamos los papeles y al día siguiente quedamos en ir a recoger el coche sobre las 9 de la mañana. ¡Estábamos super ilusionados con la aventura!

Ya de vuelta por donde anduvimos pasamos por otra calle paralela a la plaza llamada Shëtitorja Murat Toptani, una calle peatonal que pasa por delante de los restos de un antiguo castillo de la ciudad (ahora convertido en mercadillo). La calle contaba con un par de restaurantes y bares al aire libre muy bien decorados y con un ambiente muy animado. Eso también, Tirana no es que tuviese muchos bares y restaurantes y ya, ¡es que estaban todos llenos!

De ahí nos dirigimos a la Pirámide de Tirana, un edificio que se inauguró el 14 de octubre de 1988 como museo dedicado a la figura de Enver Hoxha, líder de la Albania comunista durante cuatro décadas, fallecido tres años antes. Hubo una época en que fue propósito de críticas (porque fue el edificio más caro construido en Albania) e incluso llegó a pensarse su demolición, pero ahora su propósito ha cambiado y se ha convertido, y se está convirtiendo, en un centro cultural donde los jóvenes se reúnen para hablar en los diferentes tejados que conforman no sólo la pirámide, sino los diferentes pequeños edificios alrededor. Dentro de la pirámide hay un proyecto en marcha como centro cultural, y unas 130 escaleras para subir hasta la cima. Fede no se animó a subir, pero yo sí. ¡Quería ver las vistas!

All in all, no lo recomendamos. Nos pareció un local excesivamente sobrevalorado, lo que no entiendo es por qué tantos blogs que se supone que son "callejeros viajeros" lo recomiendan. Barato es, pero es que más adelante en el viaje nos dimos cuenta que fue de los más caros.

Ya habíamos caminado un montón, yo me había subido a una pirámide, así que era tiempo de volver a probar la gastronomía albanesa para la comida. Fuimos a un restaurante que habíamos leído en muchos blogs de viajeros como el mío llamado TYMI-REÇI. Era un restaurante DEMASIADO enfocado al turista (aunque, como digo, siempre hay gente local), pero con una decoración como muy de bar de carretera americano, con fotos de gente famosa en las paredes, neones, guitarras colgadas, música de los 60-70-80 sonando... eso ya no nos gustó demasiado. 

Para comer pedimos un queso feta al horno delicioso, unas verduras a la plancha y una berenjena al horno con salsa de tomate. Para acompañar también un poco de pan. Fede también se pidió un par de pinchos de pollo. Las berenjenas estaban pasadas, y cuando digo pasadas, es que cada vez que comías te picaba un poco la lengua... el queso feta estaba delicioso, así como las verduras a la plancha (que tampoco tienen mucho secreto). Pedimos un par de cervezas IPA locales también. Todo nos salió por unos 20€, de los cuales 8€ fueron las dos cervezas. 

Después de comer ya no sabíamos qué hacer, nos daba la sensación de que Tirana ya estaba vista, jajaja! Así que dimos otra vuelta por algunas calles para bajar la comida y callejear un poco, y nos fuimos para el Airbnb. Descansamos, compramos unas frutas y agua para tener en la casa y nos fuimos a dormir, a la mañana siguiente íbamos a por el coche!

 

Conclusiones del primer día en Tirana

1) Ya habíamos leído que Tirana no era la típica ciudad Europea a la que le puedes dedicar mucho tiempo para ver todas sus cosas, sino que más bien es una ciudad limitada; y es así. Pero lo compensa su ambiente y su variedad de restauración y de paseos por dar. Además hay un lago muy cerca del centro al cual no pudimos ir, y un teleférico que suba a una montaña también muy cerca, que son dos cosas más que añadir a la lista.

2) Nos dimos cuenta que hay que alquilar un coche y que es la mejor manera para disfrutar Albania.

 

Gastos aproximados del día (2 pax)

 

- Desayuno : 7€

- Comida: 19€

- Supermercado: 10€

- Coche de alquiler para los dos días: 80€

TOTAL : 116€

2 de noviembre: Krujë & Durrës

Por la mañana tempranito salimos a desayunar cerca de donde teníamos que coger el coche de alquiler. Había estado lloviendo toda la noche pero el día amanecía despejado, por lo que tuvimos suerte. Después del desayuno recogimos nuestro Toyota Yaris gris, un coche pequeñito pero muy fácil de manejar y nos fuimos dirección la primera parada: Krujë, un pueblo a una horita de Tirana. 

Conducir por Tirana no me pareció excesivamente complicado, pero creo que es por los años de experiencia al volante; quien lleve poco tiempo conduciendo se puede encontrar con demasiadas cosas a las que prestarles atención mientras conduce. Una vez en la carretera fuera de la ciudad, ya está, hay que seguir las indicaciones del Maps.me y listos. 

Antes de salirnos de la ciudad pusimos gasolina en el coche para asegurarnos, ya que no sabíamos si luego encontraríamos fácilmente gasolineras (spoiler: hay gasolineras POR TODO! jajaja). La gasolina estaba a unos 200 leks el litro, ¡increíble! Eso sí que era caro. Pusimos 20€, o unos 2000 leks.

Krujë se encuentra arriba de una colina, por lo que el último tramo de carretera transcurre por unas curvas un tanto empinadas. Imaginaros pues, que de golpe, el coche paró de tener potencia, y yo ya le podía dar al acelerador que el coche no avanzaba... ¡socorro! Nos paramos en un terraplén que vimos al lado de la carretera, menos mal, y ya nos veíamos llamando a una grúa porque era imposible subir esas cuestas sin potencia. No sabíamos qué le pasaba al coche: si era la caja de cambios, el motor, el acelerador... paramos el coche, lo volvimos a encender; repetimos un par de veces, y ¡pum! volvió a tener potencia... uffff! Sin fiarnos mucho, llegamos a lo más alto de Krujë y lo dejamos estacionado en un parking privado con vigilancia (porque no sabíamos dónde más aparcarlo). 300 leks (unos 3€) por 2 horas.

El señor del parking, con su inglés chapurrero, nos indicó que teníamos que ver el HOTEL PANORAMA, el Castillo (desde el que se puede ver el Mar Adriático) y el Bazar Otomano, seguramente su mayor reclamo. 

Siendo Krujë una de las ciudades más visitadas de Albania, nos lo esperábamos más... "increíble". Fue un paseo que tuvimos hecho en una horita. El Bazar era bonito en cuanto a que se encontraba situado en las típicas callecitas estrechas, con todo a la vista, con las calles sin asfaltar (con las piedras en el suelo)... pero sin más, nada que fuera algo súper auténtico (estaba 100% enfocado al turista). 

El castillo tenía su qué. Las vistas eran lo que merecía más la pena, y darse un paseo por dentro de las murallas era gratuito y una buena manera de pasar la mañana. El interior del castillo alberga un museo dedicado a Skanderbeg, el héroe albano por excelencia (de ahí que la plaza de Tirana lleve también su nombre). Fue construido en 1982 1982 por la hija del dictador albano Enver Hoxha y es la parte más moderna del castillo.

Nos entretuvimos un ratito subiendo y bajando y observando las montañas de un lado y el mar del otro; la estampa era verdaderamente tranquilizadora.

¡Listo! Ya habíamos visto Krujë, teníamos la montaña a nuestras espaldas y pusimos rumbo al mar, a Durrës. Es la segunda ciudad en población del país y bajo su apariencia industrial, desordenada y algo caótica, aún late el pasado romano, con restos de monumentos como el anfiteatro, las termas públicas, restos de un acueducto, y las murallas venecianas – bizantinas.

La llegada a Durrës fue muy fácil, otra horita en coche (que ya no nos dio más problemas) y aparcamos al lado del paseo marítimo, no sin antes habernos perdido y meternos en el puerto comercial donde un señor albaneses nos tuvo que indicar la salida porque si no nos hubiésemos embarcado en un ferry destino Italia, jajaja!

Estuvimos paseando un rato por el paseo marítimo y, la verdad... muy feo, jajaja!

Todo el paseo tenía un aire decadente... todo cerrado, húmedo, gris... También es verdad que la temporada ya había pasado y que es como cualquier ciudad costera que se queda sin turistas. Nos detuvimos en un bar abierto en frente del mar para tomarnos algo después del paseíto, y ya pudimos comprobar otra cosa que habíamos leído en ciertos blogs: había muchos perros callejeros. Se te acercaban a ver si tenías algo de comida; algunos de ellos llevaban una marca en la oreja por lo que entendíamos que estaban controlados, como aquí en Menorca los gatos. No todos llevaban esa marca... y no deja de sorprendernos a nosotros, amantes de los animales, ver a los perros abandonados por la calle. Aun así, creo que es un ejercicio de deconstrucción que tengo que hacer en todos los viajes de entender que no son perros "abandonados", sino perros "callejeros", y que la consideración que estos tienen en cada país cambia... pero se me hace muuuy duro verlo así.

En fin, después de nuestra pausa fuimos a buscar un restaurante donde comer. Durrës parecía tener un montón de restaurantes para turistas, con las típicas trattorias italianas, kebabs, comida rápida, etc. pero vimos uno por el Google Maps (al cual nos conectábamos cada vez que podíamos y teníamos internet porque el Maps.me es un poco limitado en tema bares y restaurantes) que se llamaba Iri y que tenía pinta de ser muy local. 

De camino al restaurante pasamos por los vestigios romanos de la ciudad de Durrës, y más nos adentrábamos en la ciudad y más dejábamos atrás el puerto, más nos gustaba. 

Cuando llegamos al restaurante era 100% albanés. La cocina estaba abierta y estaba regentado por una familia de marido, mujer, hijo y un par de señoras más en la cocina. Teníamos tanta hambre que empezamos a pedir que nos explicaran lo que había en la carta y que fuera comida típica albanesa y

(mix de verduras), fergese (pimiento, tomate y queso cottage), speca te mbushura (pimientos rellenos de verduras y arroz) y pilau, arroz blanco para mezclar con todo. 

Fue un festín, un manjar, una delicia... una comida de diez. Y todo por unos 14€, los dos. ¡Bárbaro! Salimos llenísimos y super contentos.

empezamos a pedir casi todo lo que había: tavë kosi (un plato de carne con una salsa de yogur y huevos - aunque creemos que este también llevaba queso fetta-), patate gjelle (patatas), zarzavate mix

Estábamos demasiado llenos como para conducir de vuelta, por lo que estuvimos dando un par de vueltas más por Durrës hasta que sobre las 16:30h decidimos volver para Tirana. El atasco que se formó a la entrada en esa hora punta de vuelta a la ciudad fue eterno. No llegamos a nuestro apartamento hasta las 18h y pico, siendo que el trayecto era de menos de una hora. 

No sabíamos dónde aparcar el coche ya que en Tirana era todo imposible, así que encontramos un parking subterráneo muy cerquita de nuestro apartamento que cobraba 8€ por dejar el coche hasta 24 horas. Lo que no sabíamos era que el parking era un parking con ASCENSOR, jajaja!

Metimos el coche en un ascensor para coches, algo que para mi era una locura, y después para aparcarlo, menos mal, MENOS MAL, que era un coche pequeño porque para meterlo ahí dentro era misión imposible, de nivel conductor avanzado... ¡pero lo conseguí!

Esa noche no íbamos a comer con todo lo que nos habíamos metido entre pecho y espalda en Durrës, así que después de nuestra ducha más que merecida fue hora de descansar. Al día siguiente nos íbamos para Berat, y luego ya teníamos que devolver el coche, por lo que queríamos madrugar y aprovechar el día.

 

Conclusiones del segundo día en Albania (Krujë y DUrrës)

1) Krujë es una escapadita de una hora a Tirana que recomiendo en caso que tengáis tiempo un día de hacer un sube-baja; si no, no vale la pena. El mercadito y el castillo son lindos, pero sin más. 

2) Podría afirmar que Durrës solo vale la pena por el Restaurante Iri, jajaja! No es una ciudad costera bonita, supongo que en verano debe de ser otra cosa; el centro no está mal, pero tampoco dejaría de hacer otras cosas para ir hasta allá (aunque creo que en bus debe de estar bien comunicado con Tirana ya que están muy cerca).

 

Gastos aproximados del día (2 pax)

- Desayuno: 6€

- Gasolina: 20€

- Bebidas y algo de picar en Krujë: 5€

- Bebidas en Durrës: 3€

- Comida en el restaurante Iri: 15€

- Merendola en Durrës: 3€

TOTAL = 52€

3 de noviembre: Berat

Hoy anunciaban lluvia todo el día, así que estamos un poco con miedo de que nos coja un tormentón por el camino, pero nos lo tomamos con filosofía y salimos hacia Berat después de desayunar en el mismo sitio del primer día. El trayecto fueron unas 2 horas por una carretera como secundaria que pasa por diferentes pueblecitos rurales. 

Nos habíamos informado un poco de Berat antes del viaje: durante el régimen comunista se conoció a la ciudad de Berat como "la ciudad de mil ventanas" o como "la ciudad museo", por lo que habíamos leído cosas interesante que nos hacían tener ganas de ir. Berat posee tres cascos antiguos: Mangalem, Gorica y Kalaja y muchas mezquitas e iglesias. En 2008, la Unesco declaró el centro histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, 

Además, el día anterior comiendo en el restaurante Iri los dueños eran de ahí y nos hablaron maravillas ya no de la ciudad sino del castillo y de la antigua ciudad amurallada, que no sabíamos que había y que queríamos descubrir! 

Una vez llegamos pudimos aparcar en lo alto del castillo y entrar dentro de la ciudad amurallada. Estuvimos paseando por sus callejuelas, descubriendo pequeñas iglesias medio abandonadas y parajes dignos de JUEGO DE TRONOS. Fue una mañana muy entretenida y enriquecedora. No hacía el calor de días anteriores, sí que el cielo estaba bastante nublado, pero nos estaba dando tregua, así que lo aprovechamos al máximo.

Los frescos de las iglesias estaban muy bien conservados; los colores vivos, y los dibujos muy bien hechos. Parecía ser que en el siglo XVIII hubo un monje que se dedicó a restaurar las iglesias de la antigua ciudad, y que ahora lo que quedaba era lo original de esa restauración.

Desde arriba del castillo podíamos ver la silueta de la ciudad moderna, y parecía muy bonita y bastante grande, por lo que una vez explorada la antigua ciudad, bajamos con el coche hasta Berat; lo que no habíamos visto aún era la "ciudad de las mil ventanas"... pero estábamos a punto de descubrirla!

Desde arriba no lo habíamos visto, pero una vez aparcamos el coche al borde de lo que era la carretera de entrada y salida de la ciudad, ahí estaba. Todo un conjunto de casas antiguas, de época medieval seguro, unas encima de las otras, con un montón de ventanas que hacía parecer que te espiaban. Por delante de ellas, el río que pasaba cargado de agua, y un puente que databa del siglo XV aun intacto. Una estampa digna de postal.

Del lado del río donde nos encontrábamos nosotros estaba la ciudad antigua (con sus callejuelas estrechas, sus subidas y bajadas sin asfaltar, adoquines por todo...) mezclada con la moderna

Anduvimos por un paseo muy ancho, todo estaba en obras; estaban construyendo un pedazo de hotel gigante, estaba todo lleno de bares y restaurantes como venía siendo la tónica de Albania en general... y nos entró el hambre, ¡obviamente! Después de un bonito paseo, decidimos subir al restaurante Beratino (se puede ver en la foto su parte exterior). Desde ahí, teníamos unas vistas a la ciudad del otro lado del río y estábamos calentitos en un salón todo de madera que invitaba a comer cosas calentitas. 

Comimos unas berenjenas rellenas de verduras al horno, el pimiento relleno que ya habíamos probado el día anterior, unas verduras a la parrilla, una salsa de yogur con calabacín, un tipo de milhojas con espinacas y (no sale en la foto) un par de trozos de carne tipo hamburguesa con patatas. Todo, con la bebida y el pan, unos 35€. Fue lo más caro que habíamos pagado hasta entonces, pero las vistas y el lugar lo merecían. Y teniendo en cuenta que lo habíamos gastado en comer era nada y menos, no nos supo mal pagar un poco más!

Después de comer barajamos la posibilidad de coger el coche e irnos a otra ciudad de costa, para no volvernos directos a Tirana y dar por finalizado el viaje; aun así, y teniendo en cuenta que oscurecía alrededor de las 16:30/17, decidimos darnos otra vuelta por el pueblo y volvernos, ya que las nubes cada vez estaban más negras y tampoco queríamos que nos cogiese una tormenta.

Encontramos un sitio donde sentarnos a tomarnos un cafecito y después cruzamos el antiguo puente para darnos un paseo por la ciudad antigua. 

Sobre las 16:30h emprendimos nuestra vuelta a Tirana para devolver el coche al Rent a car.

En la vuelta nos cogió un tormentón de esos que no te dejan ver más allá del volante; además, el coche nos volvió a fallar en medio de la tormenta, todo oscuro... y tuvimos miedo de no llegar hasta Tirana. Hubo un momento de crisis real! jajaja 

Finalmente, pudimos llegar y a la empresa del Renting les pasamos parte sobre lo sucedido. Nos dijeron que podía ser por la calidad de la gasolina, que había veces que podía afectar el motor... no sé hasta qué punto eso era así, pero bueno. A la vuelta habíamos encontrado una gasolinera con la gasolina a 180 leks... igual esa era la mala calidad, jajaja! En todo caso, cuando vas a 90 km/h por la carretera y que de golpe el coche no te responde, y empiezas a bajar de velocidad, y ves que no llegas a la siguiente curva... ¡te coge de todo! Pero bueno, ¿qué sería de los viajes sin aventuras? 

 

Después de dejar el coche, con suerte había parado de llover, fuimos hasta el Airbnb, nos dimos una ducha y salimos a cenar a un restaurante pizzeria que había muy cerquita y con buenos comentarios, Antica; no nos pedimos unas pizzas, sino que Fede se pidió un pollo rebozado con puré y yo un salmón a la plancha con quinoa y verduritas. Acabamos pagando también unos 35€ por ambos platos, por lo que este SÍ fue el más caro.

Después de la cena nos fuimos a acostar para al día siguiente dejar el Airbnb y emprender el viaje de vuelta a Barcelona.

 

Conclusiones del día en Berat

1) Vale mucho la pena visitar este pueblo y pasar el día por ahí, SÍ o SÍ. 

2) Recomendamos el restaurante Beratino para comer, aunque hay muchas opciones, no hace falta limitarse a ese

3) Se puede aparcar dentro del Castillo de Berat gratuitamente, no hagáis caso si os dicen lo contrario.

 

Gastos aproximados del día (2pax)

- Parking: 8€

- Desayuno: 7€

- Gasolina: 30€

- Comida + bebidas antes de comer: 40€

- Cafés: 4€

- Cena: 35€

TOTAL aprox = 124€

 

4 de noviembre: Vuelta a casa

Nos levantamos y parecía el fin del mundo: una tormenta, unos rayos, unos truenos... no sabíamos cómo podríamos llegar a salir del Airbnb sin necesitar una barca. Por suerte, teníamos la salida a las 11h pero la propietaria nos dejó alargarla hasta las 13h. En un momento de tregua por la tormenta, salimos a desayunar. Fue muy fuerte porque justo paró para que salgamos a desayunar y después, otra vez en el Airbnb, volvió a arremeter con fuerza. Y otra vez en el momento de salir del Airbnb, cuando ya no podíamos alargarlo más, volvió a parar de llover. ¡Una cosa de locos!

 

Pudimos salir y tranquilamente caminar hasta un pequeño restaurante en el Old Bazaar donde comimos una última comida un tanto "delicatessen" para lo que veníamos acostumbrados.

De ahí nos fuimos a pillar el bus que nos llevaba al aeropuerto, donde llegamos con el tiempo de sobra para coger el vuelo de vuelta Tirana - Barcelona que salía sobre las 18h. Salió super puntual y llegamos a Barcelona y nos quedamos alojados en un hotel cerca del aeropuerto, en Esplugues.

Al día siguiente teníamos el vuelo a Menorca a las 12 del mediodía, por lo que desayunamos en un bar de Esplugues y nos fuimos para casita.

 

Gastos del último día en Tirana (aprox)

- Desayuno: 7€

- Comida: 20€

- Autobús: 8€

- Desayuno día siguiente: 8€

TOTAL aprox = 43€

GASTOS TOTALES DEL VIAJE (APROX. 2 PERSONAS)

- Vuelos WizzAir Barcelona-Tirana-Barcelona: 180€

- Vuelos Vueling Menorca-Barcelona-Menorca: 85€

- Airbnb en Tirana (4 noches): 173€

- Hotel en Esplugues (1 noche): 72€

- Buses en Barcelona: 8€

- Gastos en Tirana: 360€

 

TOTAL APROXIMADO PARA 2 PERSONAS ALBANIA 4NOCHES/5 DÍAS: 880€

CONCLUSIONES DEL VIAJE A ALBANIA

Aun y no ser un país "bonito", con sitios arquitectónicos o lugares de interés llamativos, Albania nos trató de diez. Parecía que el tiempo nos quisiera hacer estar ahí, invitarnos a salir y a explorar; tuvimos mucha suerte, solo llovía cuando estábamos a cubierto. 

Además, los albaneses en general fueron super amables. La chica que nos servía el desayuno el último día nos habló en castellano porque escuchó que entre nosotros hablábamos castellano y nos dijo que lo había aprendido mirando telenovelas mejicanas. Su acento era buenísimo y estaba muy orgullosa de que se lo dijéramos. 

Berat tenía mucho encanto, y Tirana seguramente tenía más cosas que no vimos, como los bunkers, el lago, el teleférico... Seguramente si se descubre el país entero, debe de tener lugares hermosos. Estuvimos viendo que el sur, en frontera con Grecia, ya tiene más vestigios arqueológicos interesantes, por lo que puede incluirse a la ruta si se tiene más días.

Si a todo esto le sumamos que debe de ser de los pocos países situados en el continente europeo que sigue siendo BARATÍSIMO, lo reúne todo.

Así que empezamos pensando que no lo íbamos a recomendar, y Sí, lo recomendamos, 100%!

 

Y AHORA HASTA EL PRÓXIMO VIAJE PORQUE...

 

ME LA PASO VIAJANDO!


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Comentarios

Vanessa
hace 2 años

Qué chulo! Pues nunca había considerado ir a Albania de viaje, pero ahora me habéis hecho ganas! Por las fotos, el pueblo que fuisteis a ver el 2 de noviembre es super cuqui!! ^^
Esperando con ganas tu próximo viaje!! Me encantaría ver más cosas sobre China 😜